Autor:

Rev. Norman Holmes

Introducción

Para entender la esperanza o meta futura del cristiano, necesitamos la revelación de Dios. El hombre natural no puede comprender los planes gloriosos del Todopoderoso a través de mera sabiduría humana. Leemos en 1 Corintios 2:9-10: «como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu». Por el Espíritu Santo es como los planes de Dios pueden ser revelados. Y más aún, las Escrituras dejan claro que el Espíritu Santo tiene muchas unciones por las cuales Él lleva a cabo sus diferentes obras. La unción específica que nos puede hacer ver la esperanza del cristiano es llamada el espíritu de revelación en Efesios 1:17.

El apóstol Pablo oró por los creyentes de Éfeso: «Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación…para que sepáis cuál es la esperanza a la que os ha llamado». La iglesia en Éfeso ya había recibido el Espíritu Santo hacía muchos años (ver Hechos 19:1-6), pero el apóstol Pablo sabía que ellos necesitaban una mayor unción para ayudarles en el camino hacia la plena madurez espiritual. Nosotros también puede que seamos cristianos de muchos años llenos del Espíritu, y aun así necesitamos orar pidiendo el espíritu de revelación para que podamos entender más plenamente la esperanza del llamado de Dios sobre nuestra vida.

El ministerio del espíritu de revelación es revelar lossecretos y misterios de Dios. En Efesios 3:3-6, Pablo dijo: «por revelación me fue declarado el misterio» de que «los gentiles son… copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio». Ahora bien, el hecho de que los gentiles puedan ser salvos ya no es un secreto escondido o un misterio; esto es algo que todos saben en nuestro tiempo, cuando casi toda la Iglesia alrededor del mundo está compuesta por cristianos gentiles. Sin embargo, los primeros judíos cristianos necesitaron la revelación de Dios (como en Hechos 10:9-16) antes de poder comprender una idea tan radical. De igual manera, hay mucho que el Señor se ha propuesto para nuestro futuro y que va más allá de la comprensión de nuestras mentes a menos que Dios nos revele esos planes a través del espíritu de revelación. Proverbios 29:18 nos dice: «Donde no hay visión, elpueblo se desenfrena» (RVA). La versión RV 1909 dice: «Sin profecía el pueblo será disipado». La revelación nos da una visión, o una meta que alcanzar, con relación a lo que el Señor quiere lograr en nuestra vida. Sin esa visión, las cosas de Dios pueden parecer sin valor.

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