Autor:
Rev. Norman Holmes
Maestro: Rev. Ricardo Kummerfeldt
Introducción
Cuando Dios creó todas las cosas, Él también hizo la música. Una prueba de esto es que el Señor creó los primeros instrumentos musicales. El hombre puede cantar, silbar y aplaudir debido a que Dios puso el equipo musical correcto dentro de nosotros. El mundo animal también produce música gracias a los talentos e instrumentos que Dios creó en ellos. ¡Por todo el mundo, en los cielos, e incluso a lo largo y ancho de los mares, los seres vivos llenan de música nuestro planeta! Dios creó la música para ser un canal de comunicación. No sólo el hombre, pero de igual manera los pájaros, animales e insectos comunican muchos mensajes a través de la música, tales como el cortejo, el peligro, la agresión, e incluso condolencias. Por ejemplo, recuerdo una noche cuando un carro atropelló a un perro en nuestro vecindario. Cuando este dio sus últimos aullidos, todos los perros de la comunidad comenzaron a dar aullidos de lamento. ¡En esencia, ellos estaban entonando un canto fúnebre!
La música generalmente es usada por toda clase de ser vivo para comunicarse unos con otros – los seres humanos son los únicos que utilizan palabras.
Un músico combina sonidos para dar un mensaje por medio de un canto, al igual que un artista combina colores para comunicar un mensaje por medio de una pintura. Sin embargo, la música es un medio más popular y de mayor alcance que el arte visual. El gran conquistador de Europa del siglo
XIX, Napoleón Bonaparte, reconoció esto cuando dijo: “De todas las artes, la música tiene la mayor influencia sobre las emociones, y es el arte en el que los líderes deberían poner mucha atención”. La música tiene una atracción y encanto que va mucho más allá de nuestras emociones porque se relaciona con toda nuestra naturaleza humana. Así como Tesalonicenses sugiere que, la humanidad fue creada con una naturaleza trina, podemos también ver cómo la música puede comunicarse con cada parte de una persona, con su: espíritu, alma y cuerpo.
LA MÚSICA ES UN CANAL ESPIRITUAL
La música piadosa puede despertar y liberar el mover del Espíritu Santo en nuestro corazón (o espíritu). Podemos leer en 1 Samuel 16:23 que cuando David tocaba su arpa, era tal la unción que descendía que el espíritu malo que oprimía al rey Saúl se iba. La música también puede ayudar a despertar los dones del Espíritu, como la profecía (2 R. 3:15, 1 S. 10:5, y 1 Cr. 25:1). Es una bendición especial para los músicos y los cantores cuando en una reunión de la iglesia el mover del Espíritu Santo se desata a través de su música para ministrar sanidades, profecías, liberaciones o convicción de pecado.