Autor:
Rev. Daniel G. Caram
Introducción
Hemos adoptado como tema para este libro acerca de los reyes de Israel “la miseria del que se descarría”. Todos estos reyes tuvieron testimonio de los caminos del Señor. Sin embargo, abandonaron el camino de los justos y se deleitaron, no solamente en los caminos del mundo, sino también en los de Satanás.
Los reyes de Israel fueron como aquéllos que el apóstol Pablo describe en Romanos 1:23-25, hombres que cambiaron la gloria de Dios por la adoración de una imagen “… de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”.
El resultado fue que la mayoría de estos 20 reyes tuvieron una vida y una muerte miserables. Es más, tenían al Todopoderoso como enemigo, en contraste con aquellos del linaje de David, quienes le tenían a Él como su amigo. Sus vidas sirven como lecciones para motivarnos a caminar en las sendas de justicia y para nunca apartarnos hacia otros caminos.
Lamentablemente, desde tiempos inmemoriales los creyentes se han apartado de las sendas de justicia y se han unido a las filas de aquellos que fueron arrastrados por el error de los inicuos, conforme a las epístolas de Pedro (ver 2 P. 3:17). Eso no se aplicó solamente a estos reyes de Israel.
El rey David lamenta el hecho de que algunos se desvían tras la mentira (Sal. 40:4), mientras señala que otros abandonan al compañero de su juventud (Pr. 2:17). En Proverbios 5:13-14 dice que ellos no “¡… han obedecido la voz de los que me instruían, y a los que me enseñaban no incliné mi oído! Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación”. El corazón del pastor constantemente se lamenta por aquellos que han conocido la verdad y han abandonado los caminos
del Señor. El estudio sobre los reyes de Israel va a revelar que en Israel hubo 20 reyes en un período relativamente corto de 209 años. El reino de Judá tuvo 20 reyes en un período de 345 años (desde el 931 a.C. hasta la caída de Jerusalén, en el 586 a.C.).